He estado sin saber del mundo desde el jueves (ni tele,ni periódicos,ni radioooo)...Cosas de las vacaciones. Intento abrir el correo pero la ventana...
La ventana del piso donde estamos se abre a la mar (Atlántico /Mediterráneo) desde siete alturas, sobre un playazo que lame sin cansancio y sensualmente la marea. -El faro de Rota a la izquierda: golpe de luz y noche. Al frente el de la Caleta : luz, noche, luz...
Suena poderoso el poniente contra las persianas, rasgandolas como a las guitarras el flamenco de estos pueblos. Luna con boina, menguando, tras la llena de resurrección y así puedo ver la bahía de plata y azabache...igualmente
hermosa.
Mar, viento, faros, barcos, arena fina -como el vino- salitre espeso, jamón y queso, picha, quillo y mucho arte.Vida. Sur. Siempre más adentro las emociones, más fácil la risa, más leve el tiempo. Del Norte al Sur. Ecos, recuerdos...alma y corazón engarzados en el tiempo entre estos vientos y sus luceros... Cierro el ordenador. La vista en negro sigue succionando mi interés hacia atrás, atrás... sonrió, suspiro, añoro... hasta que un fogonazo de luz me devuelve a la ventana. El faro de nuevo.
Mañana, 14 de abril, fecha de honor para mi y algunos otros, volveré al Norte, al presente, intentando no olvidar el mensaje escrito en el baño de un bar del Puerto: "la vida son las vacaciones de la muerte"...y aquí lo dejo para pública reflexión y general conocimiento. Que distinto viviríamos como especie si asumiéramos esa verdad por el lugar que ocupan religiones, credos, dogmas o imposiciones.
(escrito a deshora)
Suena poderoso el poniente contra las persianas, rasgandolas como a las guitarras el flamenco de estos pueblos. Luna con boina, menguando, tras la llena de resurrección y así puedo ver la bahía de plata y azabache...igualmente
hermosa.
Mar, viento, faros, barcos, arena fina -como el vino- salitre espeso, jamón y queso, picha, quillo y mucho arte.Vida. Sur. Siempre más adentro las emociones, más fácil la risa, más leve el tiempo. Del Norte al Sur. Ecos, recuerdos...alma y corazón engarzados en el tiempo entre estos vientos y sus luceros... Cierro el ordenador. La vista en negro sigue succionando mi interés hacia atrás, atrás... sonrió, suspiro, añoro... hasta que un fogonazo de luz me devuelve a la ventana. El faro de nuevo.
Mañana, 14 de abril, fecha de honor para mi y algunos otros, volveré al Norte, al presente, intentando no olvidar el mensaje escrito en el baño de un bar del Puerto: "la vida son las vacaciones de la muerte"...y aquí lo dejo para pública reflexión y general conocimiento. Que distinto viviríamos como especie si asumiéramos esa verdad por el lugar que ocupan religiones, credos, dogmas o imposiciones.
(escrito a deshora)
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