6/12/11

¡Jueza!,mis condolencias

  Si. Mi sentido pésame. Yo también soy funcionaria y  puedo imaginar lo triste y alienante de su forma de trabajar. Convivo con gente como usted, que vive lo público al estilo de SU arte profesional. Lamentablemente los padezco en mi trabajo, motivo por el que recurrí a la justicia.

 Tener que hacer sentencias paupérrimas, sin argumentar, carentes de cualquier atisbo de rigor y lejanas de la justa justicia, tiene que hacerla identificarse con la medianía.... Sí, usted tanto que jueza, puede  obviar, como así ha hecho, las pruebas documentales (mas de 50) a las que ni siquiera menciona y darle, por contra, rigor de circo (que no científico) a las testificales. Sentencias legales pero vergonzantes al servicio de "lo establecido"...¿por quien Sra. jueza?. Y no, no se crea que soy una resentida a quien no le reconocen una paranoide idea, una obsesión...no. No se engañe, mujer. No se engañaría mas que usted.


 Cualquiera que lea la sentencia que usted ha dictado el 16 de noviembre en el juzgado Nº3 de lo contencioso (dos días después de la vista)...puede impresionarse; no por no reconocer en ella  la situación de acoso que demandaba, no. Sino por la sentencia en sí misma. ¡Vamos! por el resultado de su trabajo de usted.
 Quien la lea sólo tiene que tener un mínimo sentido de la vergüenza y consciencia (tambien conciencia) de demócrata... A usted la ampara la Ley. La hace impune e inmune, como a los/as funcionarios/as que protege, Sra. jueza. Porque sus brillantes testigos son los presuntos acosadores que se denunciaban. Acosadores o habituales-habituados a considerar lo público cortijo y parte. Porque cuando el acoso se vuelve impunidad en lo público, tiemblan los cimientos de nuestro sistema señora, del democrático. 
-Los mediocres, nunca han hecho bien las cosas en su profesión. Se rodean de personajes como ellos, dispuestos a decirles lo estupendos que son, cuando ni sus parejas lo harían.


-La mediocridad en este país tiene muchas causas; pero citaré al sistema educativo, que es el que me lleva ante su señoría. 
Cuando se facilitan títulos con “poco esfuerzo” y se favorece que la gente no destaque, para no llamar la atención y seguir siendo servidumbre en vez de ciudadanía, todos perdemos.

 Si, usted y yo podemos ejercer nuestro trabajo con mediocridad, arbitrariamente, primando a los/as "VIP" entre los /as administrados/as y consintiendo (o aplaudiendo) que se margine, humille o acose a quienes son más válidos/as, más valientes, mas capaces...
 Entonces Sra. jueza,Sra. Ana Rosa Araujo Rugama, estamos enterrando para nuestros hijos e hijas el sueño de un mundo de derechos para dejar una herencia de sátrapas. (Leerse el capitulo 53 del estatuto del funcionario público y después, si le parece, la Constitución: Un buen día hoy, 6 de Diciembre). 
 Que usted lo duerma bien. Yo tendré que ir a la vía penal. Veremos si allí también se aburren, bostezan y les suenan los móviles a los jueces durante la vistas. Señora.
"Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable" (Oscar Wilde) .Así que riamos: ... con los Monty Python (vídeo/terapia), por ejemplo...
                                                  
                                                      Así vamos...

Y LUEGO PUEDE  PASAR....(pincha!, note pierdas la viñeta enlazada!quí)

2 comentarios:

  1. Estoy contigo, yo también tuve que sufrir a esta Sra. que se llama Jueza. Su total parcialidad y bochornosa forma de ejercer la "injusticia", con total descaro, en la vista del 13 de febrero de la sala del Contencioso Nº3. Una vergüenza, no me dejó ni hablar, ni siquiera a los testigos voluntarios que me acompañaban.

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  2. gracias por tu comentario..que circulen las opiniones que ya va siendo hora de ponerle vergüenza a los/as mediocres que creen mear colonia...y no estoy vulgar.Solo refranera.Lamento lo tuyo.Fuere lo que fuere todos deberíamos ,al menos ser oidos.saludos...Hay que hacer piña.Somos mas y mas sabios.

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